Se considera que cualquier varón que eyacule antes de lo deseado (ya sea antes o inmediatamente después de que ocurra la penetración) y que, además, dicha situación le cause malestar a uno o a los dos miembros de la pareja, presenta eyaculación precoz.
Se trata de la disfunción sexual que con mayor frecuencia afecta al varón, incluso superando a la disfunción eréctil (antes llamada impotencia sexual) en el número absoluto de varones afectados.
Se han realizado múltiples estudios en diferentes poblaciones para saber cuál es el porcentaje de la población que la padece, y en promedio se ha encontrado que aproximadamente 30 por ciento de los varones de entre 19 y 60 años de edad la presentan, es por esto que la vemos en uno de cada tres varones en el rango de edad descrito.
A diferencia de la disfunción eréctil, la eyaculación precoz no muestra incremento en su frecuencia conforme aumenta la edad, manteniéndose constante en todos los grupos de edad, incluso no existe variación en su frecuencia de presentación entre las diferentes etnias, razas ni entre las diferentes zonas geográficas en el mundo.
¿Cuál es el tiempo normal que transcurre antes de que la eyaculación ocurra?
Es cierto que el tiempo que transcurre entre la penetración y la eyaculación es importante, a dicho tiempo se le conoce médicamente como tiempo de latencia eyaculatoria intravaginal (TLEIV) y es importante su determinación en la evaluación del varón con eyaculación precoz.
Sin embargo, no existe un TLEIV a partir del cual se marque la diferencia entre lo “normal” y lo “precoz”, aunque pareciera ser que la mayoría de los varones que se auto-catalogan como eyaculadores precoces lo tienen menor a 3 minutos, a diferencia de los varones que no se auto-catalogan como eyaculadores precoces que lo tienen en promedio en 8 minutos...
Existen, además otros factores como el grado de control que tiene el paciente sobre la eyaculación y el grado de molestia y de pérdida de calidad de vida que ocasiona a la pareja, estos elementos junto con el TLEIV constituyen los elementos principales a corregir con el tratamiento.
Es tan importante el concepto de afección de calidad de vida que los varones que eyaculan rápido pero que no ven afectada su calidad de vida se cree que tienen el estado conocido como eyaculador rápido, condición que puede estar mediada genéticamente, sin embargo es cuando se agrega la pérdida de calidad de vida que el varón presenta la enfermedad conocida como eyaculación precoz dejando de lado al estado de eyaculador rápido.
¿Cuál es su origen?
Se tienen muchas teorías que intentan explicar el porqué de este padecimiento, actualmente no se conoce con certeza qué lo origina. Hoy la teoría más aceptada tiene que ver con una substancia química conocida como serotonina que sirve como un transmisor que regula la comunicación entre las terminaciones nerviosas.
Parece ser que el paciente que presenta la eyaculación precoz puede tener un desbalance en la serotonina, lo cual explica el por qué del padecimiento, sin embargo ya se sabe que la eyaculación precoz no se debe a la falta de experiencia sexual del paciente ni a problemas puramente psicológicos, incluso recientemente se han descrito asociaciones con problemas como el exceso de función de la tiroides conocido como hipertiroidismo.
¿Qué se requiere para su diagnóstico?
Existen en general dos grandes tipos de eyaculación precoz, el primero es el que presenta un paciente que la ha presentado desde que inició su vida sexual y se le conoce como eyaculación precoz primaria, mientras que el paciente que de un tiempo a la fecha ha iniciado con el problema es conocido como eyaculación precoz secundaria.
En este último caso se requiere de exámenes sencillos que van encaminados a descartar la presencia de microorganismos en el líquido seminal o en las vías urinarias. En los pacientes con eyaculación precoz primaria, no se requieren de estudios adicionales y se puede iniciar el tratamiento directamente. De estos dos tipos el que vemos con mayor frecuencia en la consulta es el primario.
¿Qué impacto puede tener?
Existen muchos efectos que se presentan tanto la pareja como el paciente que la padece. El paciente comienza a ver disminuida su autoestima, pudiendo incluso caer en la depresión. En el caso de la pareja, la relación puede tornarse difícil, llegando en casos extremos incluso al divorcio o a la separación.
Es cierto que la eyaculación precoz no representa por sí misma ningún riesgo elevado para la salud en general ó para la vida del paciente, sin embargo ocasiona molestia importante y pérdida de la calidad de vida que hace que el paciente y su pareja vivan menos bien.
¿Es tratable?
Por supuesto que es tratable, con el tratamiento se buscan como metas el devolver alpaciente el control sobre la eyaculación incrementando el tiempo que transcurre entre la penetración y la eyaculación, con lo anterior se logra mejorar la calidad de vida del paciente y de su pareja.
El tratamiento de la eyaculación precoz incluye medicamentos que se toman por vía oral durante ciclos de tratamiento de mediana duración. dichos tratamientos muestran ser muy eficaces y seguros cuando se utilizan bajo prescripción médica y bajo una vigilancia apropiada.
Como en todos los padecimientos, la automedicación debe evitarse ya que el paciente se expone innecesariamente a riesgos y a una menor eficacia por el mal uso que conlleva esta práctica.
En muy pocos casos, se pueden requerir de otras formas de tratamiento que van más allá de los tratamientos orales, dichas formas de tratamiento en su gran mayoría siguen siendo fáciles de seguir y con índices de eficacia aceptables.
Siempre que un varón presente el problema de la eyaculación precoz o de cualquier otra disfunción sexual se debe acudir a consultar con el médico urólogo-andrólogo, quien es el especialista indicado, que puede evaluar integral y correctamente el caso estableciendo una pauta de tratamiento que resuelva el problema.
Dr. Rafael Martínez Montelongo. Urólogo-Andrólogo.